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Tras 14 años de gestión, el Dr. José Retamales deja la dirección del Instituto Antártico Chileno

Tras 14 años de gestión, el Dr. José Retamales deja la dirección del Instituto Antártico Chileno

Punta Arenas, 14 de agosto de 2017.- El pasado viernes 11 de agosto, el Dr. José Retamales cerró con una conferencia abierta a la comunidad su período como director nacional del Instituto Antártico Chileno (INACH), tras casi catorce años de exitosa gestión.

Retamales fue el primer que tuvo el INACH desde que fuese trasladado desde Santiago el año 2003, asumiendo el cargo el 1 de diciembre de ese año. Posteriormente, fue nombrado director mediante concurso en el Sistema de Alta Dirección Pública el 11 de agosto de 2008. La primera renovación en el cargo se realizó el 12 de agosto de 2011 y la segunda renovación, el 12 de agosto de 2014.

 

Infraestructura en la Antártica

 

Sin duda, uno de los mayores hitos del mejoramiento de la infraestructura antártica chilena corresponde a la ampliación en 600 m2 de la base científica “Profesor Julio Escudero”, en la península Fildes, isla Rey Jorge, que significó una inversión total de 1,5 millones de dólares. “Escudero” fue inaugurada el 5 de febrero de 1995. Su construcción fue posible gracias al apoyo del Gobierno Regional de Magallanes y su nombre recuerda al destacado jurista que redactó el Decreto Supremo Nº 1747, de 1940, fijando los límites del Territorio Chileno Antártico.

La base contaba con una capacidad para 12 personas, pero hoy gracias a las ampliaciones puede alojar a 36 personas. En casos de emergencia, la estación científica puede cobijar hasta 60 personas en sus distintos módulos que suman 1.628 m2. Los originales laboratorios de ciencias biológicas y naturales también se han ampliado e incluyen una biblioteca, una sala de lectura y una de conferencias. Además, se redestinó un módulo completo para el trabajo científico, con más espacios para los laboratorios de microbiología y nuevos y mejores equipamientos. En la parte baja de la base, se habilitó un laboratorio húmedo para estudios de biología marina.

Entre los años 2008 y 2009, en donde se comenzó ampliando casi un 70 % con mayor espacio en áreas comunes, laboratorios y habitabilidad. A su vez, el 2011 en la base “Arturo Prat” también se concretó una ampliación, en donde se construyó un módulo de 80 m2 con laboratorios y habitabilidad.

El año 2013 comenzó el proyecto de reapertura de la base “Yelcho”, con nueva infraestructura que hasta el día de hoy continua creciendo. Comenzó con capacidad para 12 personas y hoy en día tiene una habitabilidad para 32 personas. También cuenta con dos  botes de capacidades científicas.

El verano pasado se construyó el primer laboratorio en base “Carvajal”, de 140 m2, y se encuentra en vías de equiparlo para el comienzo este año de las operaciones con los investigadores.

En cabo Shirreff, isla Livingston, se contaba con algo muy precario, por lo que se construyó un módulo con un molino eólico. Gracias a convenios con la Armada de Chile, no solo se construyó un laboratorio en la base Prat, isla Greenwich, sino que también se ha podido disponer de buques (Óscar Viel y Aquiles) para campañas conjuntas Armada-INACH. En convenio con el Ejército de Chile, se acondicionó un laboratorio en la base O’Higgins, en la península Antártica, ampliando de esta manera los lugares donde pueden trabajar los investigadores en terreno.

El año 2003, el INACH operaba con una base (Escudero) en donde se ejecutaban cinco proyectos, en comparación con lo que sucede hoy, cuando se administran 95 proyectos y se trabaja en seis bases chilenas, además de campamentos.

El 12 de octubre del año 2011 y con una inversión de inversión de $200 millones, se inauguró el Edificio de Laboratorios Antárticos “Embajador Jorge Berguño”, del INACH, una de las plataformas científicas más importantes de la Región de Magallanes y Antártica Chilena, brindando nuevas oportunidades para la investigación antártica y subantártica. El 29 de febrero de 2016, en este mismo edificio fueron inauguradas las oficinas del “Centro de Cooperación Antártica Chile-Corea”, afianzando aún mas la estrecha relación entre ambos países.

Se debe agregar el proyecto de la primera nave científica, Karpuj, que ya realizó dos campañas en aguas australes y que se encuentra preparada para navegar a la península Antártica en la próxima temporada.

En la actualidad, Chile posee un Programa Nacional de Ciencia Antártica (Procien) consolidado, con una comunidad científica que se encuentra en aumento, con seis líneas de investigación, cinco fuentes de financiamiento y ocho fondos concursables, abiertos y transparentes.

 

Durante el tiempo que el INACH ha estado en Punta Arenas, se ha logrado atraer nuevos fondos a través de asociaciones con agencias nacionales. En este punto juega un rol clave la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica de Chile (Conicyt) y la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo).

 

En el año que asumió el Dr. Retamales se destinaban unos $ 45 millones para unos 21 proyectos científicos, mientras que en el 2017, el monto de apoyo equivale a $ 431 millones y 93 proyectos. Asimismo, el aporte de terceros para el año 2017 alcanza a los M$ 1.621.805, monto registrado gracias a los $ 900 millones del aporte Fondap, sin considerar los aportes en logística a los proyectos de terreno.

 

El Dr. José Retamales, desde que asumió el cargo de director del INACH el año 2003, cumplió todas las metas de gestión comprometidas y relacionadas con el aumento de la calidad de la ciencia antártica, aumento del número de publicaciones ISI, mayor cooperación internacional, etc. Además, Retamales propuso una agenda regional antártica, aseguró la participación de todas las regiones del país en la Feria Antártica Escolar, mejoró la gestión interna e implementó un sistema de control financiero contable, todas metas cumplidas.

“He tenido una vida plena y se han dado las oportunidades por distintos caminos. A los 55 años me ofrecieron ser director del INACH y cambié totalmente de giro, hacia un tema que conocía, pero poco. He presidido comisiones en el Tratado Antártico y COMNAP, ningún latinoamericano ha hecho eso. Sin querer me he convertido en un especialista, al menos, en Latinoamérica en el tema antártico. Podría haber postulado nuevamente, pero me pareció que es tiempo suficiente. Es bueno que llegue otra persona con otra mirada”, afirmó Retamales al finalizar la Conferencia Antártica 2017, con la que se inició una serie de encuentros de alto nivel en el que destacadas personalidades presenten a la sociedad su visión sobre el desarrollo polar. Su nombre recuerda a las históricas reuniones de octubre a diciembre de 1959, en Washington, y que culminaron con la firma del Tratado Antártico.