contadores web

La contrareforma al Código de Aguas – Juan Morano Cornejo – Opinión

La contrareforma al Código de Aguas – Juan Morano Cornejo – Opinión

El código de aguas que hoy está en vigencia data de 1981, redactado en un momento de abundancia hídrica, sin el cambio climático golpeando fuertemente la realidad de la disponibilidad de agua o sea una la situación muy distinta a la actual del país.

Por esta razón y para fortalecer a la Dirección General de Aguas, el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet envió dos mensajes con proyectos de ley a la Cámara de Diputados, ambos latamente tramitados y aprobados en esa instancia, quedando pendiente su tramitación en el Senado de la República.

El primero de ellos apunta a dejar en armonía, es decir a equilibrar el innegable derecho humano de acceso al agua, para la subsistencia con la urgente y necesaria preservación del ecosistema y las cantidades necesaria para el uso productivo, prioritariamente de la agricultura y luego de la industria

Es falso que tenga carácter expropiatorio, ya que mantiene los derechos de agua ya constituidos, en la misma forma que están y mantendrán su carácter de indefinido en el tiempo, si se utilizan.

Los ejes de esta reforma fueron; uso prioritario del agua para consumo humano, coherente con la declaración de las ONU suscrita, los derechos de aguas ya otorgados y en uso, continuarán vigentes y se mantendrán en las mismas condiciones que fueron entregados, regula régimen de caducidad y extinción para derechos de aguas no utilizados, evitando la especulación, los libera y permite redistribuir a quienes sí lo necesiten, se preocupa del medio ambiente, al impedir que se otorguen derechos de agua en glaciares, en áreas declaradas bajo protección oficial de la biodiversidad y humedales, los nuevos derechos se otorgarán por un máximo de 30 años, prorrogables. No indefinidos o en perpetuidad.

Se establece una nueva forma de redistribuir las aguas en épocas de escasez, priorizando acuerdos entre las juntas de vigilancia y, si falta de acuerdo o incumplimiento de éste, intervendrá recién el estado a través de la Dirección General de Aguas.

Se vio una excepción para los pueblos originarios, a quienes no les aplicará el plazo de 5 años para regularizar.

Por esto decimos NO a la contrarreforma propuesta por el señor Ministro y que deja en fojas cero todo lo avanzado, el agua primero para la gente, después para la agricultura y la industria. El agua no es para especular, es para un uso racional y eficiente, la privatización de la antigua ENDESA, produjo que el 80% del agua de nuestro país quede ahora en manos extranjera, y sea un “stock” para comerciar y especular. No más, el agua para quienes viven en nuestro país, los chilenos y chilenas y nuestros inmigrantes.