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Entre el humedal y el humedal – Verónica Aguilar – Opiniones

Entre el humedal y el humedal – Verónica Aguilar – Opiniones


Una historia que comienza con una visión hace muchos años por parte de Carlos González Yaksic, una visión de cuidado, de espacios sustentables, de dejar de lado el egoísmo y pensar en quienes van siguiendo sus pasos por la vida de Magallanes.
Una mirada que en esa época no tenía mucha aceptación, pero más bien porque el tema del cuidado del medio ambiente no era muy conocido en la población. La iniciativa vino acompañada por un trabajo intenso de poner en valor, de darle el nombre y el espacio que se merecía un humedal que hasta ese entonces se encontraba a las afueras de la ciudad.
El tiempo transcurrió, y se fortaleció una agrupación que no solo lleva adelante la protección de este humedal, que con el tiempo dejó de estar a las afueras de Punta Arenas y que ha renacido en el corazón de la comuna, convirtiéndose en la puerta de entrada a la ciudad. Un lugar que ha sido cuna de aves, y disfrute de muchos turistas que en busca de tranquilidad, llegan a la zona a conocer y estudiar este espacio.
Aunque la comuna y sus autoridades han estado al debe con poner en valor al humedal, se ha avanzado en diversas temáticas medioambientales, se cerró el camino que atravesaba el corazón del humedal, se han generado instancias de cuidados en el lugar, y un ejemplo de ello es que cuatro años antes que el Estado prohibiera las bolsas plásticas en Chile, Punta Arenas ya lo había hecho con una ordenanza municipal, impulsada por el entonces concejal Mario Pascual y apoyada por el concejo de la época y el ex alcalde Boccazzi.
Los forjadores medioambientales han permitido que la Escuela Villa Las Nieves, por ejemplo, sea reconocida por su gran labor en esta materia.
Sin duda seguimos en pañales, falta una política de reciclaje, un espacio que nos permita avanzar en serio en esta materia, prohibir plásticos, contar con un relleno sanitario acorde a los tiempos, y así un sinnúmero de otras iniciativas. Avanzamos intentando realizar una ordenanza municipal que permita el cuidado del Humedal Tres Puentes, y de las Reservas Urbanas Naturales, y precisamente ahí es donde está la contradicción.

Por un lado esta administración busca el resguardo del humedal, pero por el otro no es capaz de detener una obra millonaria que generara una debacle medio ambiental.

Una contradicción realmente tremenda y poco entendible.

Hoy existen vías jurídicas para evitar este proyecto de la famosa vía elevada, que comenzó a fines del gobierno de Sebastián Piñera 1 cuando era seremi precisamente el actual seremi Pablo Rendoll, luego asumió el Gobierno de Michelle Bachelet y se vino el Plan de Zonas Extremas, en donde este proyecto quedó fuera, precisamente por ser impresentable para el sector, por los daños medioambientales y por los altos recursos a invertir.

Qué curioso que ahora, que asume el mismo Seremi de la época, se priorice este proyecto como único o más importante del Ministerio de Obras Publicas en Punta Arenas, que curioso que se quiera hacer una ordenanza para resguardar el humedal, y no se repudie la instalación de esta obra macabra en el sector, que curioso que el proyecto inicial tenga más de 10 alternativas de desarrollo, y solo se privilegie una, que curioso que una rotonda en Concón, cuesta 6 mil millones y en Punta Arenas, esta iniciativa superara los 26 mil.

Esta triste “curiosidad”, es provocada por la falta de planificación territorial, la improvisación genera desórdenes como estos, que ponen en riesgo uno de los sectores más importantes en temas medioambientales de nuestra comuna.

Verónica Aguilar, Concejala por la comuna de Punta Arenas.