La paz social se firma con actores sociales – Victor Maldonado – Opiniones

 Quienes se han movilizado en la calle se han mantenido activos en el convencimiento de que ésta es la única forma de conseguir resultados. Estiman que, si dejaran de manifestarse, entonces todo volvería al punto de partida. “Es ahora o nunca”. Claro, una forma de perder consistiría en aceptar rápidamente dadivas de poco valor. Así las cosas, el movimiento sigue.
 El problema de este comportamiento colectivo, que carece de una conducción orgánica, es que nadie se puede poner de acuerdo en identificar cuándo es que se ha conseguido todo lo que era posible esperar. Ubicar el límite es el problema. El descontento generalizado no se transforma, por arte de magia, en una demanda sistematizada, y ese petitorio (de existir) no se expresa fácilmente en algún tipo de negociación que sea entendida como válida.
 Los que sí se han puesto de acuerdo son los actores políticos, pero su credibilidad y prestigio dejan mucho que desear, por lo que quienes están movilizados puede que no se sientan aludidos, por mucho que se firmen documentos. Esta es la trampa en la que nos encontramos: bien puede ser que las soluciones se estén alcanzando y mucha gente no se dé por enterada.
 Esta dificultad medular puede ser superada con tres condiciones: que el acuerdo de salida se quiera alcanzar; que se sumen actores sociales; que se genere un ambiente de respeto mutuo, mantenido a todo evento.
 Que el acuerdo se quiera alcanzar no es para nada obvio. Una gran mayoría puede aspirar a auténticas mejoras a su calidad de vida. Otros creerán que estamos a las puertas del gran cambio nunca antes producido, en la antesala de la revolución. Unos ven el acuerdo con esperanza y otros con desilusión. Todos estamos en el mismo país, experimentamos los mismos acontecimientos, pero no los vivimos del mismo modo. El poeta Blas de Otero lo expresaba muy bien: “Dicen que estamos en el antedía,/ yo diría, no sé ni dónde estamos”.
 Aquí hay que ser consecuentes con nuestras convicciones más profundas. Se trata de evitar el mayor mal que uno visualiza para hoy. Yo no tengo dudas: Cada vez que hemos intentado encontrar un atajo para llegar al cielo, hemos terminado haciendo una visita al infierno. La decisión de encontrar la salida se asume en conciencia, una mayoría la comparte y es eso lo que se impone.
 Las organizaciones sociales son las que más se aproximan a una voz autorizada que debe concordar una agenda social de aplicación inmediata y posterior. ¿Cuándo sabremos que se ha conseguido el máximo alcanzable? Muy sencillo. Cuando se financie la agenda social con todo lo que disponemos, y aun nos endeudarnos para que su aplicación se adelante lo más posible. Como diría el padre Hurtado: el acuerdo “hasta que duela” (pero no hasta que nos mate, agregaría este humilde pecador).
 Es fundamental la mantención del respeto por el ciudadano común. La combinación de arrogancia, insensibilidad, exhibición de privilegios y el abuso hecho costumbre, nos llevó al estallido. Y nos llevará una y otra vez, si los que actúan como monarcas no se ubican de que estamos en democracia.
Víctor Maldonado R.
“Orden público y paz social: en defensa de la democracia”
16 exministros DC repudian ola de violencia y acusan a fuerzas que han rechazado acuerdos de «infantilismo revolucionario».
 Texto del documento
 “Queremos llamar la atención, además de los aspectos delincuenciales o policiales relacionados con la violencia de todos los días, que son condenables sin matices, especialmente sobre las responsabilidades políticas”.
 “El país ya fue notificado de las fuerzas políticas que se restaron del Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución”.
 “Son las mismas fuerzas políticas que por estos días mantienen una actitud de inexcusable ambigüedad sobre la violencia de todos los días y quiénes la practican. Son los mismos que no trepidan en banalizar la movilización social y los paros nacionales, sin reparar en que, muchas veces, con el pretexto de esas movilizaciones y paros hay quienes no trepidan en ejercer la violencia, el saqueo y la destrucción”.
 “Acusamos a esas fuerzas políticas de practicar un infantilismo revolucionario que no repara -y, a decir verdad, pareciera no importarle- en los efectos de una situación generalizada de violencia, no solo desde el punto de vista de los derechos de las personas, el orden público y la seguridad ciudadana, sino que de la viabilidad misma de la democracia y el estado de derecho”.
 “Aprovechamos de reconocer y solidarizar con quienes desde las filas de la izquierda democrática han hecho planteamientos particularmente lúcidos y valientes en estos días. Vaya nuestro reconocimiento, especialmente, a un grupo de destacados dirigentes históricos del Partido Socialista, que han hecho un planteamiento público patriótico y de profundo sentido democrático”
 “También valoramos y hacemos nuestra la declaración de parlamentarios de gobierno y oposición “La Paz Social, los Derechos Humanos y el Orden Público” en que reconocen que “el país enfrenta una crisis de violencia y vandalismo que amenaza a la democracia” formulando un llamado a actuar con decisión y coraje para revertir este estado de cosas”.

La respuesta a una acusación
Guillermo Teillier consideró «absurda» la detención de militantes en la sede del partido en Calama, supuestamente portando bencina.
 Guillermo Teillier, presidente PC
 «Podrían visitar todas nuestras sedes y no van a encontrar una gota de bencina».
 «A mí me parece bastante como una maniobra, una provocación, porque el Partido Comunista no está metido en estas cuestiones de la movilización violenta, sino que está por la movilización pacífica».
 «Yo espero que no sea un montaje, pero tiene bastante cara de serlo», agregó Teillier, al explicar que varios locales del PC en el país han puesto a militantes en tareas de resguardo, para evitar atentados e incendios, como ocurrió en la sede en Chillán.