Una mirada completa de nuestra sociedad, que tome en valor la mirada de la mujer – Juan Morano Cornejo – Opiniones

Tal como lamentábamos la semana pasada el clima de atropello a los derechos humanos y la violencia desatada en nuestros espacio públicos, hoy no podemos sino que alegrarnos que el rostro de nuestro país a cambiado y manteniendo el alerta y la movilización. Las mujeres una vez más han demostrado de lo que son capaces y la urgencia que como país de una vez por todas, más allá de las expresiones verbales de estar disponibles para respetar a la otra, sólo porque es otra y distinta a nosotros, dejen de ser simples palabras de buena crianza y para decir que todo debe cambiar, pero que en definitiva, nada cambia.
Cuánto sentido común, cuánto ejemplo de organización, cuánta capacidad de expresar con simpleza, pero con una profundidad enorme, una de las urgencias mayores de nuestra desigual sociedad, que es la de género que afecta a todas las mujeres, sean niñas, jóvenes, adultas, de la tercera o cuarta edad, lo han expresado increpándonos que los violadores somos nosotros, todos, de mil y una manera, que aún no actuamos en consecuencia a lo que muchas veces decimos.
Para que hablar de los y las que dicen apoyar el término de la discriminación y francamente no están disponibles a la más mínima medida que corrija efectivamente estas situaciones, si se trata de cuotas en elecciones, están disponibles para incorporar mujeres en las listas, luego veremos cómo se seleccionan a esa mujeres, sin importar su posibilidad de ser elegidas, sólo para completar la cuota, ejemplo recientes sobran. La real discriminación positiva para igualar la cancha, para tener una mirada completa de nuestra sociedad, que tomen en valor la mirada de la mujer, tan necesaria para tener una visión más humana, más integral y realista de la sociedad que tenemos y de la sociedad que debemos construir.
En la futura elección de las personas que serán las que deberán redactar y construir la que se ha dado en llamar “la casa común”, no puede no estar paritariamente representada la mujer, todas las mujeres, las de los pueblos originarios, las que han migrado y han hecho de Chile su segundo hogar, y de quienes por siempre han vivido, crecido, trabajado y sufrido por nuestro país.
Deben ser capaces de crear una fórmula, como se ha hecho ya en otros países que fueron capaces de borrar las barreras de entradas inicialmente y luego de algunos años, el sistema ya no necesito discriminación, sólo se adapto a diferencia lógicas y aceptables de entre 40 y 60 por ciento de un mismo sexo.
Sólo unas últimas frases a propósito de algo que con frecuencia escuchamos, decimos y pareciera que aceptamos, que somos un país un Estado con más de una nación en su seno, afirmamos que es evidente que somos un Estado Plurinacional, pero a la hora de actuar, no nos parece adecuado que esas mismas “naciones” tengan su propia representación en nuestros órganos colegiados nacionales, es hora que seamos capaces de transformar palabras en hechos, y que concordemos también aquí el cómo discriminaremos en forma positiva para igualar las oportunidades y que todos estén representados.
No hay más tiempo que perder o para maniobras de dilación, urge el sincerar posiciones, de no haber acuerdo previo se deberá discutir a la hora de legislar, y allí con su voto cada parlamentario y parlamentaria, mostrará realmente donde está y que quiere para Chile.
Debe haber cuota de Pueblo Originarios y de género al menos 40-60, para tratar de evitar tener que corregir después la voluntad popular. Pero si es indispensable se debe hacer.